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Sin título (Polvo)

2005

 

 

Polvo sobre papel

5 piezas (Billetes de $20, $50, $100, $200 y $500 pesos)
6×15cmc/u

 

 

La pieza consta de polvo obtenido de lijar la superficie impresa de billetes de distintas denominaciones, para después pegar este polvo sobre una superficie de papel del mismo tamaño del billete del cual fue des- pojado. En otro intento por extraer de una herramienta económica los significados de lo que constituye simbólicamente una nación, se desintegró la superficie impresa de los billetes de diferentes denominaciones de pesos mexicanos, separando los elementos y desvaneciendo los héroes ahí representados, para construir una imagen que, a pesar de su monocromía, fuera una alternativa de representación o bien la presentación de los extractos simbólicos de un país. 

Sin título (Polvo)

Daniel Montero 

El Banco de México declara que para que un billete preserve su valor tiene que conservar su integridad y ser reconocible como tal. Eso quiere decir que el todo y las partes tienen que coincidir ya sea por denominación, por serie o porque todos los elementos de seguridad que se han asignado corresponden a los que el banco ha determinado. Así, el valor del billete es relativo tanto a su carácter físico como al valor simbólico que se le ha adjudicado, marcado, como un sello, en la esquina del pedazo de papel; si ese soporte físico deja de existir, el valor simbólico adjudicado deja de operar legalmente y la denominación del billete ya no es intercambiable por cualquier producto que cueste lo que indique el billete.

 

Claramente hay una relación del carácter físico del billete con su valor legal. De hecho, es ilegal destruir billetes y monedas, porque así estén en propiedad del usuario y sean un bien consumible, sólo se puede usar y disfrutar, mas no abusar del bien, que es protegido por el Estado. En ese sentido, el billete no es del “propietario” y su valor es relativo: lo que se posee es más bien el potencial de adquirir bienes por esa denominación. Cuando un billete se vuelve polvo, como lo hace Fritzia Irizar al frotar el papel insistentemente, no sólo pierde la posibilidad de identificarlo como tal porque pierde su consistencia física, sino que además pierde su valor en una acción ilegal. Solo quedan el color y los restos convertidos en polvo de papel sobre una superficie que más bien parece una acumulación de polvo coloreado en una especie de mapa geológico.

 

Sin embargo, la imposibilidad de reconocer el billete y su destrucción en algo inútil es una parte fundamental de la obra. Los billetes de las más altas denominaciones que se pueden encontrar en el país quedan reducidos a un polvillo coloreado no sólo para hacer referencia a la pérdida, sino también a una doble ganancia: por un lado, el objeto que antes era unitario se disuelve en partes atómicas convirtiéndose en otra cosa, al perder toda su estructura a partir de un gesto. Por otro lado, Irizar se apropia del billete, literalmente, al destruirlo y convertirlo en un residuo que puede ser vendido como obra de arte, aumentando su valor. Si el billete tenía una denominación, ahora tiene otra, convertido en otra cosa.

 

Ésta es una obra sobre la transmutación y del valor de las cosas, asuntos que están íntimamente relacionados. Muestra que tanto un objeto como su valor son siempre relativos, a pesar de que aparentemente haya una estabilidad en un uso y en un valor. De hecho, la acción de Irizar señala la inestabilidad del mundo que sólo se puede fijar momentáneamente. Ésta no es una obra sobre el fetiche: es una obra sobre el movimiento. 

 

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