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Sin título (Robo hormiga)

2004

 

 

Tiras de billetes de distintas denominaciones

6 × 15 cm

 

 

La pieza consiste en cortar tiras de dos milímetros de la orilla de billetes de diferentes denominaciones, para posteriormente adherir las tiras obtenidas de un gran número de billetes hasta conformar uno nuevo. Este mecanismo surgió del interés de crear una versión de esta herramienta económica a partir de pequeños robos hechos con billetes de distintos países, que fueron colocados en circulación después de haber sustraído parte de los mismos. 

Sin título (Robo hormiga)

Eduardo Abaroa 

Fritzia Irizar es una de las artistas mexicanas que mejor ha entendido las posibilidades críticas de los gestos mínimos. Robo hormiga supone una subversión cuya simplicidad puede ser engañosa. Se trata de una de esas ideas que surgen sólo de vez en cuando, en las que el ingenio espontáneo evoca todo un proceso. Cortar una pequeña fracción a varios billetes reales para hacer uno nuevo tiene el sabor de una buena broma, pero en esta época de grandes fraudes fiscales por parte de las empresas y de catástrofes financieras que destruyen las vidas de millones de personas, aludir al hurto imperceptible adquiere un poder inusitado. Uno sonríe pensando que el nuevo billete, por más que esté hecho del mismo material, no tendrá el valor de un billete real. Pero el sentido común a veces se equivoca. La realidad es muy distinta. El nuevo billete, en su estatus de obra de arte, vale probablemente cientos de veces más que cualquier billete y además es susceptible de convertirse en objeto de especulación para coleccionistas, museos, etc. Su valor puede crecer de manera exponencial. Irizar ha realizado un acto de alquimia financiera de la que estaría orgulloso un lobo de Wall Street. No me extrañaría que esta obra se transformara en un clásico, en una especie de emblema de una década en la que se incrementó dolorosamente la conciencia sobre la disfuncionalidad catastrófica del sistema económico mundial. La obra de Irizar pone el dedo en nuestra llaga paranoica. No sólo nos duele la indefensión en la que nos ha sumido la economía neoliberal. El robo hormiga aprovecha nuestras dificultades para entender esa inmensidad insoportable de nuestro propio mundo, del mundo humano. 

 

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